En Genalguacil hay una tradición, que se ha transmitido de generación en generación, una labor que requiere habilidad y pasión, una tarea que llevan a cabo los corcheros con devoción. En las montañas de este pueblo andaluz, crecen los alcornoques, árboles majestuosos, cuyas cortezas se definen en corcho, y son el sustento de muchos hogares laboriosos. Los corcheros son quienes extraen el corcho, de estos árboles tan valiosos, con sus hachas y sus manos expertas, realizan su trabajo con esfuerzo y reposo. Cada golpe que dan en el árbol, es una muestra de su destreza y su arte, cada pieza de corcho que extraen, es un tesoro para ellos y para la gente de su parte. Y así, año tras año, los corcheros de Genalguacil encajan con su labor y su tradición, una labor que honra su pasado y su presente, una tarea que los hace dignos de admiración. Así que si algún día paseas por estas tierras, no dudes en saludar a los corcheros con alegría, porque son ellos quienes con su esfuerzo y su sudor, hacen de Genalguacil un lugar lleno de historia y vida. |
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario