En Genalguacil, antiguamente, había una tradición muy popular, los jóvenes que cumplían la mayoría, se convertían en quintos, y a la mili van. Los quintos eran los jóvenes del pueblo, que al cumplir los 18 años, eran sorteados para hacer la mili, y deberían cumplir con sus deberes militares. una tradición muy arraigada, que llenaba de orgullo y de temor, a los jóvenes que iban a partir, a cumplir con su servicio y labor. Los quintos eran despedidos en la plaza, por sus familias, amigos y vecinos, se les entregaban paquetes y abrazos, y todos se despedían con lágrimas y cariño. En el cuartel, los quintos aprendieron, a marchar, a disparar y a obedecer, y en cada tarea,pusieron su empeño, demostrando su valentía y su temple. Los quintos de Genalguacil, eran jóvenes llenos de ilusión, que cumplían con su deber con honor, y regresaban a casa con una nueva visión. La mili era una etapa dura, pero también una lección de vida, que dejó en cada quinto una huella, que recordarían siempre con cariño y añoranza. Hoy en día, la tradición ha cambiado, y los quintos ya no van a la mili, pero la memoria de aquellos jóvenes valientes, permanece viva en la historia de Genalguacil. |
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