Jubrique, tierra de montañas altas, de arroyos cristalinos y sombras frescas. Situado en la Serranía de Ronda, en su belleza natural, se destaca y asombra. La iglesia de San Francisco Javier, con su torre que se alza al cielo, es testigo de la fe y devoción, que los jubriqueños llevan en su corazón. Las fiestas y romerías son un encanto, donde la música y la alegría se mezclan, los trajes típicos, los cánticos y bailes, son parte de su folclore y sus entrañas. Jubrique, con sus calles estrechas y empedradas, con sus plazas acogedoras y soleadas, es un pueblo que invita a la contemplación, y a la reflexión de la vida y su razón. En sus alrededores, se encuentran maravillas, como el Río Genal y su agua cristalina, o el Valle del Genal, con su verde manto, que en primavera luce radiante y encantador. Jubrique, un pueblo de gente amable y sencilla, donde la tradición y la historia se mantienen vivas, un lugar que siempre estará en el recuerdo, de aquellos que por él han pasado y han sido seducidos. |
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario